Bienvenidos
Le damos la más cordial bienvenida a este espacio, que fué creado para gloria de Dios (Sal 115), en el encontraremos un medio de evangelización a trevés de la predicación del Evangelio.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
LA HIPOTERMIA ESPIRITUAL
La psiquiatra suiza, Elizabeth Kübler-Ross, máximo exponente de la tanatología moderna (del griego “thanatos” que significa muerte) insiste en decir que hablar de la muerte no es mas que hablar del sentido de nuestras vidas, pues quienes dicen que la muerte no tiene sentido es por que están viviendo una vida sin sentido.
Yo en cambio me atrevo a decir que el temor a la muerte es directamente proporcional a la lejanía de Dios: ¡¡Dime cuanto miedo le tienes a la muerte y te diré qué lejos estás de Cristo Jesús!!. Y si le temes a la muerte, bien haces, pues el que la debe La teme!!. Mas quienes han sido justificados por Cristo Jesús, como diría San Pablo, son unas nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron y todo es hecho de nuevo ( 2 Cor 5,17).
Hoy en internet uno encuentra de todo: foros que promueven la xenofobia (odio racial), blogs sobre cómo fabricar una bomba atómica, chats para fomentar la anorexia con métodos prácticos para inducir el vómito, páginas que enseñan a los adolescentes como vivir la euforia de una droga sin tener que recurrir a sustancias psicotrópicas prohibidas… hasta blogs de cómo suicidarse sin dolor. Pues bien, tuve la oportunidad de entrar en uno de estos últimos y en él se hablaba de cuáles eran las muertes menos dolorosas… a pesar de lo macabro del tema, una pregunta surgió en mi mente y hoy se las hago a ustedes: si pudieras elegir la forma en que fueras a morir qué escogerías?
Cada vez que hago esta pregunta a a personas de iglesia, me encuentro con que todo el mundo prefiera las más rápidas, como por ejemplo el infarto. Pero el hecho que sea rápido no necesariamente significa que sea la menos dolorosa. Por su puesto que nadie en su sano juicio escogería un cáncer al estomago o una leucemia en que e fuera muriendo poco a poco a lo largo de muchos meses de sufrimiento. Irónicamente nosotros queremos para nosotros mismos una muerte rápida, pero somos tan egoístas que preferimos para los nuestros una muerte que “no se los lleve tan rápido”.
El escrito romano Cayo Suetonio cuenta que los patricios romanos, como el filósofo Séneca, preferían el cortarse las venas, dentro de una tina de agua caliente, así conforme perdían sangre, les iba entrando un sueño que los “sacaba de este mundo sin ningún dolor”. Para ellos el suicido no era un acto inmoral sino un honor de hombres libres.
Hoy los médicos sostienen que las muertes menos dolorosas son aquellas que nos llevan primero a entrar en un letargo que se convierte en un sueño profundo donde nos morimos sin siquiera saberlo, y entre ellas la hipotermia es la reina. La gente que muere congelada ni siquiera se da cuenta que se está muriendo.
Pues bien, en la vida espiritual ocurre algo similar, muchos cristianos se exponen al embrujo congelador del pecado que empieza primero por adormecerles la conciencia y poco a poco los va llevando a un letargo moral que termina por arrebatarles la vida espiritual. Como lo decía el Apostol Santiago (1,15) que “la pasión concibe y da a luz el pecado, y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte”.
La Hipotermia espiritual a la luz de Apocalipsis 3
Ap 3,1 “Conozco tus obras”
- No podemos esconder nuestras acciones de la mirada de Dios, pues todo se manifiesta ante la luz de Jesucristo (Jn 3,20).
- Todo será denunciado y quedará al descubierto por la luz de Jesucristo (Ef 5,13-14a).
“Y aunque tienes nombre de vivo, estás muerto”
- Vives de apariencias, engañas a otros mostrándote como un “discípulo fiel”, “buen servidor”, “predicador”.
- Te creen “vivo” y ya no oras, apenas en el grupo de oración una vez a la semana y basta.
- Ya no lees la Biblia, el sacramento de la confesión cada vez es mas distante.
- La Palabra de Dios es el alimento espiritual. ¿tienes hambre por leer la Biblia? ¡¡Los muertos no tienen hambre!!!
Ap 3,2 “Despiértate” (permanece alerta)
- Es un grito imperativo. Es una orden. No es una invitación que uno pueda tomar o dejar. Es de vital importancia, descuidarlo puede costarnos la vida.
- Se trata de una advertencia, una alarma que nos exige responder
- Es una aguja en “el trasero” para hacernos responder como lo advierte Ef 5, 14b: “despierta tu que duermes, levántate de entre los muertos y te iluminará Cristo”
- Nos dice Juan que “la luz vino al mundo y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz”.
“Reaviva lo que está a punto de morir”
- ¿cómo está tu fe?, ¿tú esperanza?, ¿tu caridad y tu oración?, ¿tu vida sacramental?
- Ya no ayunas, ya no asumes pequeñas mortificaciones. Tu vida espiritual se volvió monótona, insulsa, sin novedades, programada y rutinaria… que contrate con aquellas palabras de Jesús “yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10b).
- Morir de “hipotermia espiritual”, o sea, sin darse cuenta que se está muriendo.
“Por que he comprobado que tus obras no son perfectas delante de Dios”
- Las cosas de Dios y para Dios, no deben ser buenas, sino excelentes. Mientras los israelitas le daban a Dios las primicias de sus bienes, cosechas, rebaños, hoy los cristianos le damos a Dios las migajas de lo que nos sobra. Ellos trataban a Dios como su Señor y su Soberano, nosotros lo tratamos como un limosnero…
- Es necesario morir a lo terrenal como nos lo pide San Pablo en Colosenses 3, 5-10.
Ap 3,3 “Recuerda como escuchaste y acogiste la Palabra de Dios”
- Recuerda cómo fuiste evangelizado, cuando le entregaste tu corazón a Cristo y lo hiciste tu Señor y tu Salvador, recuerda tu primer seminario de Vida, tu primera vigilia, el primer amor que te hizo descubrir que Dios no hacía basura sino que te amaba intensamente y vuelve al primer amor (Ap 2,4).
“Consérvala”
- De nuevo en imperativo, se trata de una orden.
- Deja la pasividad y la quietud. Lamentándote no saldrás del fango de tus miserias.
- Debes pasar de la pasividad a la acción, del llanto a la alegría, de la tristeza al gozo, de la derrota a la victoria espiritual.
“Y cambia de conducta”
- Vuélvete a Dios, conviértete. Camina hacia Dios.
- Como el hijo prodigo, deja la “marranera” (chiquero), en que se ha convertido tu vida y vuelve a los brazos del padre.
- Cambia los besos fríos de “las prostitutas” que te robaban el alma y vuelva a los besos del Padre que te devuelven la dignidad de hijo.
“Por que si no estás alerta”
- Mantente despierto, velando, con los ojos bien abiertos, no te confíes en tus propias fuerzas ni bajes la guardia. No te duermas que te congelas!!!!
“Vendré como ladrón, sin que puedas saber la hora”
- Llagaré sin que menos lo esperes. Llegarán las pruebas y esa allí donde debes perseverar y no desesperar Eclo 2,12-14.
- Debemos ser como las Espadas de Toledo que se forjan entre el Fuego y el yunque.
Ap 3,4 “viven contigo pocos que no han manchado sus vestidos”
- Hay esperanza, tenemos entre nosotros hermanos que han sabido ser fieles, han soportado con paciencia y el Señor los fortaleció.
“El vencedor vestirá de Blanco”
- Para ser vencedor, primero hay que luchar. Imposible vencer sin pruebas ni ataques.
- Nos dice Santiago que los que sepan soportar la prueba recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman (Sgo 1,12).
- El Señor los cuida y los protege, Salmo 23.
- Vestidos de Blanco, o sea revestidos y purificados por la Sangre de Cristo y guiados por el E. Santo.
“No borraré su nombre del libro de la vida”
- ¿Es que se puedo borrar?, o sea ¿Qué la salvación se puede perder?
- Estamos en el libro de las vida no por nuestros méritos sino por la gracia de Dios (Ef 2,8-9), pero si despreciamos la gracia de Dios seremos como el publicano que creyó mas en sus méritos que en la misericordia que encontró el publicano en el Templo.
“Lo defenderé en presencia de mi Padre y su ángeles”
- Ya nos lo había dicho el Apóstol San Juan, a que tenemos un –abogado ante el Padre y ese Abogado es Cristo Jesús.
- Si nosotros lo negamos ante los hombres, Él nos negará ante su Padre, pero si lo confesamos, Él nos confesará ante su Padre!!! (Mt 10,33).
- Por lo tanto debemos dar testimonio y no avergonzarnos.
Oración
Oh Padre Misericordioso, envía desde el cielo el fuego de tu Espíritu que mantenga siempre viva en nosotros el fuego de tu amor. No permitas que los vientos fríos de la secularización y el relativismo moral nos vuelvan insensibles ante tu Espíritu.
Has que nunca nos falte el discernimiento y la templanza para salir airosos en medio de las acechanzas del maligno. Danos un corazón alerta y la generosidad para salir al encuentro de nuestros hermanos necesitado. A ti sea la Gloria, Amén. Amén!!!!
Que el Señor te bendiga.
Yo en cambio me atrevo a decir que el temor a la muerte es directamente proporcional a la lejanía de Dios: ¡¡Dime cuanto miedo le tienes a la muerte y te diré qué lejos estás de Cristo Jesús!!. Y si le temes a la muerte, bien haces, pues el que la debe La teme!!. Mas quienes han sido justificados por Cristo Jesús, como diría San Pablo, son unas nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron y todo es hecho de nuevo ( 2 Cor 5,17).
Hoy en internet uno encuentra de todo: foros que promueven la xenofobia (odio racial), blogs sobre cómo fabricar una bomba atómica, chats para fomentar la anorexia con métodos prácticos para inducir el vómito, páginas que enseñan a los adolescentes como vivir la euforia de una droga sin tener que recurrir a sustancias psicotrópicas prohibidas… hasta blogs de cómo suicidarse sin dolor. Pues bien, tuve la oportunidad de entrar en uno de estos últimos y en él se hablaba de cuáles eran las muertes menos dolorosas… a pesar de lo macabro del tema, una pregunta surgió en mi mente y hoy se las hago a ustedes: si pudieras elegir la forma en que fueras a morir qué escogerías?
Cada vez que hago esta pregunta a a personas de iglesia, me encuentro con que todo el mundo prefiera las más rápidas, como por ejemplo el infarto. Pero el hecho que sea rápido no necesariamente significa que sea la menos dolorosa. Por su puesto que nadie en su sano juicio escogería un cáncer al estomago o una leucemia en que e fuera muriendo poco a poco a lo largo de muchos meses de sufrimiento. Irónicamente nosotros queremos para nosotros mismos una muerte rápida, pero somos tan egoístas que preferimos para los nuestros una muerte que “no se los lleve tan rápido”.
El escrito romano Cayo Suetonio cuenta que los patricios romanos, como el filósofo Séneca, preferían el cortarse las venas, dentro de una tina de agua caliente, así conforme perdían sangre, les iba entrando un sueño que los “sacaba de este mundo sin ningún dolor”. Para ellos el suicido no era un acto inmoral sino un honor de hombres libres.
Hoy los médicos sostienen que las muertes menos dolorosas son aquellas que nos llevan primero a entrar en un letargo que se convierte en un sueño profundo donde nos morimos sin siquiera saberlo, y entre ellas la hipotermia es la reina. La gente que muere congelada ni siquiera se da cuenta que se está muriendo.
Pues bien, en la vida espiritual ocurre algo similar, muchos cristianos se exponen al embrujo congelador del pecado que empieza primero por adormecerles la conciencia y poco a poco los va llevando a un letargo moral que termina por arrebatarles la vida espiritual. Como lo decía el Apostol Santiago (1,15) que “la pasión concibe y da a luz el pecado, y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte”.
La Hipotermia espiritual a la luz de Apocalipsis 3
Ap 3,1 “Conozco tus obras”
- No podemos esconder nuestras acciones de la mirada de Dios, pues todo se manifiesta ante la luz de Jesucristo (Jn 3,20).
- Todo será denunciado y quedará al descubierto por la luz de Jesucristo (Ef 5,13-14a).
“Y aunque tienes nombre de vivo, estás muerto”
- Vives de apariencias, engañas a otros mostrándote como un “discípulo fiel”, “buen servidor”, “predicador”.
- Te creen “vivo” y ya no oras, apenas en el grupo de oración una vez a la semana y basta.
- Ya no lees la Biblia, el sacramento de la confesión cada vez es mas distante.
- La Palabra de Dios es el alimento espiritual. ¿tienes hambre por leer la Biblia? ¡¡Los muertos no tienen hambre!!!
Ap 3,2 “Despiértate” (permanece alerta)
- Es un grito imperativo. Es una orden. No es una invitación que uno pueda tomar o dejar. Es de vital importancia, descuidarlo puede costarnos la vida.
- Se trata de una advertencia, una alarma que nos exige responder
- Es una aguja en “el trasero” para hacernos responder como lo advierte Ef 5, 14b: “despierta tu que duermes, levántate de entre los muertos y te iluminará Cristo”
- Nos dice Juan que “la luz vino al mundo y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz”.
“Reaviva lo que está a punto de morir”
- ¿cómo está tu fe?, ¿tú esperanza?, ¿tu caridad y tu oración?, ¿tu vida sacramental?
- Ya no ayunas, ya no asumes pequeñas mortificaciones. Tu vida espiritual se volvió monótona, insulsa, sin novedades, programada y rutinaria… que contrate con aquellas palabras de Jesús “yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10b).
- Morir de “hipotermia espiritual”, o sea, sin darse cuenta que se está muriendo.
“Por que he comprobado que tus obras no son perfectas delante de Dios”
- Las cosas de Dios y para Dios, no deben ser buenas, sino excelentes. Mientras los israelitas le daban a Dios las primicias de sus bienes, cosechas, rebaños, hoy los cristianos le damos a Dios las migajas de lo que nos sobra. Ellos trataban a Dios como su Señor y su Soberano, nosotros lo tratamos como un limosnero…
- Es necesario morir a lo terrenal como nos lo pide San Pablo en Colosenses 3, 5-10.
Ap 3,3 “Recuerda como escuchaste y acogiste la Palabra de Dios”
- Recuerda cómo fuiste evangelizado, cuando le entregaste tu corazón a Cristo y lo hiciste tu Señor y tu Salvador, recuerda tu primer seminario de Vida, tu primera vigilia, el primer amor que te hizo descubrir que Dios no hacía basura sino que te amaba intensamente y vuelve al primer amor (Ap 2,4).
“Consérvala”
- De nuevo en imperativo, se trata de una orden.
- Deja la pasividad y la quietud. Lamentándote no saldrás del fango de tus miserias.
- Debes pasar de la pasividad a la acción, del llanto a la alegría, de la tristeza al gozo, de la derrota a la victoria espiritual.
“Y cambia de conducta”
- Vuélvete a Dios, conviértete. Camina hacia Dios.
- Como el hijo prodigo, deja la “marranera” (chiquero), en que se ha convertido tu vida y vuelve a los brazos del padre.
- Cambia los besos fríos de “las prostitutas” que te robaban el alma y vuelva a los besos del Padre que te devuelven la dignidad de hijo.
“Por que si no estás alerta”
- Mantente despierto, velando, con los ojos bien abiertos, no te confíes en tus propias fuerzas ni bajes la guardia. No te duermas que te congelas!!!!
“Vendré como ladrón, sin que puedas saber la hora”
- Llagaré sin que menos lo esperes. Llegarán las pruebas y esa allí donde debes perseverar y no desesperar Eclo 2,12-14.
- Debemos ser como las Espadas de Toledo que se forjan entre el Fuego y el yunque.
Ap 3,4 “viven contigo pocos que no han manchado sus vestidos”
- Hay esperanza, tenemos entre nosotros hermanos que han sabido ser fieles, han soportado con paciencia y el Señor los fortaleció.
“El vencedor vestirá de Blanco”
- Para ser vencedor, primero hay que luchar. Imposible vencer sin pruebas ni ataques.
- Nos dice Santiago que los que sepan soportar la prueba recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman (Sgo 1,12).
- El Señor los cuida y los protege, Salmo 23.
- Vestidos de Blanco, o sea revestidos y purificados por la Sangre de Cristo y guiados por el E. Santo.
“No borraré su nombre del libro de la vida”
- ¿Es que se puedo borrar?, o sea ¿Qué la salvación se puede perder?
- Estamos en el libro de las vida no por nuestros méritos sino por la gracia de Dios (Ef 2,8-9), pero si despreciamos la gracia de Dios seremos como el publicano que creyó mas en sus méritos que en la misericordia que encontró el publicano en el Templo.
“Lo defenderé en presencia de mi Padre y su ángeles”
- Ya nos lo había dicho el Apóstol San Juan, a que tenemos un –abogado ante el Padre y ese Abogado es Cristo Jesús.
- Si nosotros lo negamos ante los hombres, Él nos negará ante su Padre, pero si lo confesamos, Él nos confesará ante su Padre!!! (Mt 10,33).
- Por lo tanto debemos dar testimonio y no avergonzarnos.
Oración
Oh Padre Misericordioso, envía desde el cielo el fuego de tu Espíritu que mantenga siempre viva en nosotros el fuego de tu amor. No permitas que los vientos fríos de la secularización y el relativismo moral nos vuelvan insensibles ante tu Espíritu.
Has que nunca nos falte el discernimiento y la templanza para salir airosos en medio de las acechanzas del maligno. Danos un corazón alerta y la generosidad para salir al encuentro de nuestros hermanos necesitado. A ti sea la Gloria, Amén. Amén!!!!
Que el Señor te bendiga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)